Ya de por sí los Reality Shows son un tedio tan vacío de contenido y soporífero como un partido de golf transmitido por radio.
Es sorprendente cómo hay tantos imbéciles sin nada mejor que hacer que exponer en televisión de aire sus insulsas vidas de perezosos, asombrosamente semejantes a un documental de osos en época de hibernación; lloriquean porque están incómodos, porque extrañan a su familia, mencionan a su adorada hija cada tres minutos de programa en medio de lágrimas acongojadas, como si no hubiesen sido ellos los que decidieron abandonarla para meterse a convivir con una veintena de extraños. Ahí se someten bajo su propia voluntad a soportar sus peores chanchadas y sus manías mas asquerosas, sus hábitos más grotescos, arman una batalla campal a través de peleas absurdas de niños de Kindergarten como "¿Quién se comió la última porción de torta?", que luego será televisado con música de suspenso y muchos comerciales como si fueran a revelar la identidad de un criminal en serie - y todo esto por correr detrás de un premio cual burro tras una zanahoria colgando frente a sus ojos.
Es aun más sorprendente, sin embargo, la cantidad de subnormales que se recogijan de placer y, en vez de ocupar su tiempo en algo productivo, lo desperdician frente al televisor divirtiéndose con una manada de haraganes que duerme todo el día, se pavonea con sus frívolas conversaciones y deglute toneladas de porquerías como un centenar de salvajes famélicos que no prueban bocado hace meses.
Estos seres insípidos y burdamente simplones que derrochan dinero en votar participantes son los mismos que descargan chistes y piropos a su celular, que mira la novela de la tarde, debate sobre el talento de Ileana Calabró en Bailando por un Sueño y se deleita durante horas con Jorge Rial y Viviana Canosa.
Lo más terrible de todo, lo que más desconcertada me deja, de todas maneras, es esta combinación de Gran Hermano con Operación Triunfo.
Si hay algo peor que ese programa monótono para viejas chusmas de barrio, es que ahora venga conmbinado con un par de chiquitos que desafina estridentemente y, con suerte, acierta dos notas en una canción, pero están convencidísimos de ser herederos de Pavarotti.
Es una suma sencilla: de ese mejunje entre un programa de vagabundos aburridos que comen y duermen todo el día, y otro programa de engrupidos que cantan como un concierto de motosierras oxidadas, el único resultado asequible es el de un tortuoso bodrio de tamaño colosal.
10 comentarios:
¡Wow!
Me acabo de dar cuenta de que mi blog tiene mucho de reality show tambien.
Maldicion, yo quera que sea algo asi como una sitcom semanal. Fuck.
En fin, no lo pienso cerrar.
Te dejo un abrazo.
Chaito!
siempre lo dije: país generoso, mundo generoso.
cualquier idiota es famoso, cualquier idiota gana plata por hacer pelotudeces en los medios para que otros idiotas los miren.
todavía no entiendo cómo es que puede haber tantos pelotudos (y me quedo corta con esta palabra) que mande soyuninfeliz al 2020 para que le manden piropos, chistes, fotos de trolas en pelotas o cualquier otra huevada. NO ENTIENDO!!!..pero deben de ser muchos, eso seguro, sino no pasarían TANTAS publicidades y TAN seguido de esas cosas..
que por cierto me dan ganas de tirar el televisor por la ventana cada vez que las veo, en especial el de la trola esa disfrazada de una suerte de mama noel que te relata un cantito en rima que debe de haber estado una semana para aprendérselo.
en fin, dejo de quejarme porque ya siento mi gastritis burbujeando..
saludos!
Tal cual, como dice Lau, "país generoso".. o "acá come cualquiera".. es así.
Guarda: próxima fórmula presidencial Su Giménez - Diego Armando
Saludo va!
taal cual. una vez miré un gran hermano, y estuve al borde de pegarme un tiro. creo que desde esos días que miro dos horas de televisión por semana...
y la verdad, todavía no entendí porque cuernos se les ocurrió hacer este operación triunfo/gh... es como... demasiado horrible para ser cierto ¬
El día que me fui de la casa de mis viejos y me mude solito (o con dos amigos en este caso) fue algo tan lindo decir... "WOW... no tenemos TELE" y por mas que nos ofrecieron varias veces regalarnos una, fue un "no dejá, ¿Para ver qué?"
Hace tres años que no miro un solo programa de television, salvo The History Channel que siempre está puesto en lo de mis viejos cuando voy.
La tele no vale la pena, agarren un buen libro y usen la imaginacion. Eso es entretenimiento.
Beso por aquí, y me retiro a seguir leyendo blogs =)
NO! perdón por el doble comentario antes que nada!! pero hoy prendí la radio y ahora tooooooooodo me cierra!! Hay operación triunfo 2009 y yo ni enterada!! jaja!!
Ahora todo tiene sentido!
Besos!
no mas operacion triunfo, por favor... jaja
saludos
Aún así, es divertido y stick.
jajajjajjaaa me causó mucho la imagen del burro xD. Reconozco que perdí tiempo precioso mirando el primer gran hermano de 2007, y el primero de 2001 (bueno, ahí tenía 14 años, se puede perdonar :P). Aún así, ni en 2007 y mucho menos ahora, puedo entender toda la manija que se le da... aunque sabemos cuáles son los fines de todo esto. Lo peor de todo es que encanta esa idea de 15 minutos de fama fácil... ¿no habrá alguien que se haga famoso por tener talento de verdad? y no hablo de un mocoso egocéntrico salido de OT... a esos los odio, cuando veía las primeras propagandas en las que desafinan como marranos, me daban ganas de matarlos, y ahora que tienen algunas horas al aire, más aún ¡Qué gente idiota! Cantan todos igual, pegando gritos, demasiado apegados a la técnica y con el mismo timbre de voz (hombres y mujeres!). Hay que dinamitar los canales de TV argentinos, hay que hacerlo.
Soy de Vte. López, y voy al José Hernandez.
Sobre tu texto: no puedo estar más de acuerdo. Culpo a Tinelli... es un cáncer social.
Publicar un comentario